El Soneva Gili Resort ha sido reconstruido con el mismo lujo que tuvo antes del terremoto. Se encuentra sobre la laguna interior de Lankanfushi, una isla privada al norte del atolón de Male, en las Maldivas. Tiene tres muelles de palafitos bajo los cuales navega a todas horas una abundante fauna marina, entre hermosísimos arrecifes de coral. Es el primer complejo con villas completamente sobre el agua en Maldivas.
Pero lo verdaderamente deslumbrante de este hotel es el lujo extremo de sus instalaciones, sobre todo de sus exclusivas villas acuáticas, con piscina privada, solárium azotea y beach club también privado, extendido hacia un brillante mar azul turquesa y verde esmeralda. Posee, en total, 44 villas y suites de diferentes categorías. Las villas están conectadas a tres pantalanes flotantes que salen de la isla, con excepción de las Crusoe Residence a las que se accede únicamente en barco. Los servicios que se ofrecen nos los podemos imaginar si se tiene en cuenta que las villas más pequeñas miden 210 metros cuadrados y sólo el cuarto de baño es más grande que la mayoría de los pisos en que vivimos hoy en las ciudades de España.
Cada suite cuenta con cama king size, parte de la segunda planta y cuarto de baño abiertos, aire acondicionado en el dormitorio, minibar, CD hi-fi estéreo, conexión USB, TV satélite y vídeo DVD. Las 8 Residence tienen cerrado y acristalado el cuarto de estar con aire acondicionado y disponen además de cocina. Sus 7 Crusoe Residence son auténticas islas, solo accesibles por barco. Infinidad de rincones y detalles con materiales locales en cada villa. En la isla, vigilantes, 3 tiendas, bar sobre el mar, guardería, 3 restaurantes, uno de ellos sobre la laguna y especialidad en marisco, piscina, escuela de buceo, deportes acuáticos con y sin motor, acceso a Internet, disco y videoteca. Spa con gimnasio en un silencioso jardín, personal formado por terapeutas europeos y especialistas en tratamientos ayurvédicos.
Este resort ofrece un aislamiento que hace que sea el preferido de mucha gente respecto a otros establecimientos de la zona. Muchas parejas que van a este hotel son españolas. El restaurante también flota sobre el mar y encierra en su interior una piscina circular que refresca las noches sobre los cojines con una copa en la mano.
Cada suite cuenta con cama king size, parte de la segunda planta y cuarto de baño abiertos, aire acondicionado en el dormitorio, minibar, CD hi-fi estéreo, conexión USB, TV satélite y vídeo DVD. Las 8 Residence tienen cerrado y acristalado el cuarto de estar con aire acondicionado y disponen además de cocina. Sus 7 Crusoe Residence son auténticas islas, solo accesibles por barco. Infinidad de rincones y detalles con materiales locales en cada villa. En la isla, vigilantes, 3 tiendas, bar sobre el mar, guardería, 3 restaurantes, uno de ellos sobre la laguna y especialidad en marisco, piscina, escuela de buceo, deportes acuáticos con y sin motor, acceso a Internet, disco y videoteca. Spa con gimnasio en un silencioso jardín, personal formado por terapeutas europeos y especialistas en tratamientos ayurvédicos.
Tampoco debería soslayarse como aliciente el spa del hotel, emplazado en una construcción de madera flotante, al estilo de Maldivas, donde se pueden recibir todo tipo de tratamientos de belleza, además de masajes al estilo balinés, tailandés o maldiviano.La manera de recorrer la isla y moverse por el complejo de pantalanes flotantes es en bicicleta, el primer detalle de atención que recibe el huésped nada más pisar la isla. El desplazamiento del equipaje hasta las villas y desde éstas, de nuevo al embarcadero, corre a cargo del personal de servicio con la ayuda de coches eléctricos semejantes a los que se utilizan en los campos de golf.
El transporte entre islas dentro del archipiélago se realiza a bordo de hidroaviones de servicio regular concertados en los programas de viajes. En el hotel existe a disposición del huésped una amplia documentación al respecto. Lankanfushi es una de las 1.190 islas agrupadas en 26 atolones coralinos que conforman el archipiélago de las Maldivas, al sur de la India y a unos 735 kilómetros de Sri Lanka, en medio del océano Índico.
Doscientas de estas islas no están habitadas y otras 70 están destinadas exclusivamente al uso turístico, la mitad de ellas como hoteles de lujo. El Soneva Gili Resort posee otro gemelo en las Maldivas, el Soneva Fushi Resort, ambos pertenecientes a la cadena Soneva, del grupo hotelero Sixsenses, con establecimientos en Tailandia y Vietnam.
Doscientas de estas islas no están habitadas y otras 70 están destinadas exclusivamente al uso turístico, la mitad de ellas como hoteles de lujo. El Soneva Gili Resort posee otro gemelo en las Maldivas, el Soneva Fushi Resort, ambos pertenecientes a la cadena Soneva, del grupo hotelero Sixsenses, con establecimientos en Tailandia y Vietnam.
Vía:cosasexclusivas
