No sé si todos habéis oído hablar de la tecnología NFC (Near Field Communication). Son unas siglas que vamos a oír mucho a partir de ahora. ¿Que qué es esta tecnología?, ¿Qué la hace tan popular?, simplemente es una tecnología de comunicación inalámbrica, de alta frecuencia y corto alcance que permite el intercambio de datos entre dispositivos a una distancia de menos de 10cm. Todo ello de una manera sencilla, simple y muy intuitiva.
El origen de la tecnología NFC viene del año 2002 y se lo debemos a Sony y Philips quienes querían conseguir un protocolo compatible con las tecnologías sin contactos propietarias que existían en el mercado: la FeliCa de Sony y la Mifare de Philips. Al final Near Field Communication se aprobó en diciembre de 2003 y, posteriormente, Sony, Philips, Nokia formaron el NFC Forum , en marzo de 2004, para desarrollar las especificaciones NFC.
Una de las características más importantes de NFC es que opera en la banda de los 13.56Mhz, una banda a la cual no se le aplica ninguna restricción y no necesita de ninguna licencia para su uso. Además puede funcionar a distintas velocidades como 106, 212, 424 o 848 Kbit/s, todo ello a una distancia inferior a 10 centímetros, algo que hace de esta tecnología una tecnología innatamente segura ya que, al ser la transmisión a tan corto alcance, la captura de la señal por otro dispositivo ajeno a la comunicación es bastante complicada.
NFC soporta dos modos de funcionamiento, pasivo y activo.
Respecto a la seguridad tenemos que decir que en aplicaciones donde la seguridad es muy importante, como el uso de los dispositivos para realizar pagos, es posible utilizar cifrado AES y triple DES, con lo que la seguridad está garantizada.
Por supuesto esta tecnología no está pensada para la transferencia masiva de información o datos entre dispositivos. Su verdadera función o utilidad es su compatibilidad con toda la red de pago sin contactos y de transporte que existe actualmente, eso es lo que la hace tan importante, tan útil.
Ahora que ya sabemos, más o menos, qué es la tecnología NFC y cómo funciona debemos preguntarnos las posibles aplicaciones que puede tener. La respuesta es clara, muchas, muchísimas.
La que más habremos oído u oiremos es la de poder usar nuestros teléfonos móviles como monederos digitales, para así poder realizar pagos de manera simple y rápida. En Estados Unidos ya se puede pagar con el iPhone en los Starbucks.
También podríamos, gracias a NFC, identificarnos, pagar el café, una consumición en un bar de copas, hacer checkin en un determinados sitios (registros de entrada y salida en empresas, cines, discotecas, conciertos), parquímetros, llaves electrónicas, abrir el seguro del coche, pagar el autobús, el tren, el metro, etc. Las aplicaciones son, como hemos comentado anteriormente, prácticamente infinitas.
Con la llegada de los nuevos teléfonos móviles esta año se supone que NFC se extenderá muchísimo. Recordemos que los nuevos móviles que lleven Android (como el Samsung Galaxy S 2) llevarán ya implementada esta tecnología y, parece ser que, el próximo iPhone también. No cabe duda, por tanto, que el futuro de esta tecnología está ligado a los teléfonos móviles ya que, todos, prácticamente todos, usamos el móvil y lo llevamos con nosotros a todas partes. Se espera que dentro de unos tres o cinco años un tercio de los móviles del mundo estarán equipados con la tecnología NFC.
Creo que los usuarios seremos los grandes beneficiados de la implementación, uso y estandarización de esta tecnología, no me cabe la menor duda. Los otros beneficiados, claramente, serán los fabricantes de teléfonos móviles que verán incrementada la venta de este tipo de dispositivos en un futuro no muy lejano.
Simplemente espero que, en España, no nos quedemos rezagados como nos ha pasado tantas veces con otras cosas...........
Una de las características más importantes de NFC es que opera en la banda de los 13.56Mhz, una banda a la cual no se le aplica ninguna restricción y no necesita de ninguna licencia para su uso. Además puede funcionar a distintas velocidades como 106, 212, 424 o 848 Kbit/s, todo ello a una distancia inferior a 10 centímetros, algo que hace de esta tecnología una tecnología innatamente segura ya que, al ser la transmisión a tan corto alcance, la captura de la señal por otro dispositivo ajeno a la comunicación es bastante complicada.
NFC soporta dos modos de funcionamiento, pasivo y activo.
- Activo: ambos dispositivos generan su propio campo electromagnético, que utilizarán para transmitir sus datos(los dos dispositivos necesitan alimentación para funcionar).
- Pasivo: sólo un dispositivo, el llamado iniciador, genera el campo electromagnético y el otro, el destino, aprovecha la energía recibida para funcionar y comunicarse con el iniciador modulando la señal recibida y, de esta forma, transferir los datos.
- Reconocimiento de dispositivos NFC
- Autenticación
- Negociación (aquí se concretan la velocidad de transmisión, identificador del dispositivo, tipo de aplicación, volumen de la transferencia y acción solicitada).
- Transferencia de información
- Confirmación.
Respecto a la seguridad tenemos que decir que en aplicaciones donde la seguridad es muy importante, como el uso de los dispositivos para realizar pagos, es posible utilizar cifrado AES y triple DES, con lo que la seguridad está garantizada.
Por supuesto esta tecnología no está pensada para la transferencia masiva de información o datos entre dispositivos. Su verdadera función o utilidad es su compatibilidad con toda la red de pago sin contactos y de transporte que existe actualmente, eso es lo que la hace tan importante, tan útil.
Ahora que ya sabemos, más o menos, qué es la tecnología NFC y cómo funciona debemos preguntarnos las posibles aplicaciones que puede tener. La respuesta es clara, muchas, muchísimas.
La que más habremos oído u oiremos es la de poder usar nuestros teléfonos móviles como monederos digitales, para así poder realizar pagos de manera simple y rápida. En Estados Unidos ya se puede pagar con el iPhone en los Starbucks.
También podríamos, gracias a NFC, identificarnos, pagar el café, una consumición en un bar de copas, hacer checkin en un determinados sitios (registros de entrada y salida en empresas, cines, discotecas, conciertos), parquímetros, llaves electrónicas, abrir el seguro del coche, pagar el autobús, el tren, el metro, etc. Las aplicaciones son, como hemos comentado anteriormente, prácticamente infinitas.
Con la llegada de los nuevos teléfonos móviles esta año se supone que NFC se extenderá muchísimo. Recordemos que los nuevos móviles que lleven Android (como el Samsung Galaxy S 2) llevarán ya implementada esta tecnología y, parece ser que, el próximo iPhone también. No cabe duda, por tanto, que el futuro de esta tecnología está ligado a los teléfonos móviles ya que, todos, prácticamente todos, usamos el móvil y lo llevamos con nosotros a todas partes. Se espera que dentro de unos tres o cinco años un tercio de los móviles del mundo estarán equipados con la tecnología NFC.
Creo que los usuarios seremos los grandes beneficiados de la implementación, uso y estandarización de esta tecnología, no me cabe la menor duda. Los otros beneficiados, claramente, serán los fabricantes de teléfonos móviles que verán incrementada la venta de este tipo de dispositivos en un futuro no muy lejano.
Simplemente espero que, en España, no nos quedemos rezagados como nos ha pasado tantas veces con otras cosas...........
