El mayor telescopio del mundo, 42 metros de diámetro, será europeo

El mayor telescopio óptico del mundo tendrá un espejo de 42 metros de diámetro, empezará a funcionar en 2018, será europeo,  y supondrá un salto revolucionario en el mundo de la astronomía. 

De momento su nombre es E-ELT (Telescopio Europeo Extremadamente Grande), no se han comido mucho el coco con el nombre, y es un proyecto del Observatorio Europeo Austral (ESO). ESO, que está formado por 14 países, incluido España, acaba de decidir ubicar este telescopio en el cerro Armazones, una montaña del seco desierto de Atacama, en el norte de Chile. El presupuesto para llevar a cabo este proyecto es de unos 1.000 millones de euros.

Este nuevo telescopio supondrá un gran salto, tanto cualitativo como cuantitativo, en la astronomía. Los mayores telescopios que existen ahora tienen unos espejos de 8 a 10 metros de diámetro. Este nuevo, como hemos comentado, tendrá 42 metros. El espejo del E-ELT tendrá un área 16 veces mayor y podrá hacer mucha ciencia ahora inaccesible. La resolución será 15 veces superior a la del Hubble. En la siguiente foto podemos ver la diferencia de  tamaño con el resto de telescopios.



Con el E-ELT se hará hincapié en la búsqueda y estudio de pequeños planetas de otras estrellas que no sean el Sol,  en la misteriosa energía oscura que es la causante de la expansión del universo o en las galaxias que están a más de 13.000 millones de años luz de distancia.

Los telescopios espaciales,como el Hubble, no se ven afectados por las turbulencias de la atmósfera por la que tiene que pasar la luz de los astros antes de llegar a la superficie terrestre, por lo que sus imágenes tienen una gran resolución. Sin embrago, a la hora de ver objetos muy lejanos, cuya luz llega muy débil a la Tierra, lo que cuenta para ver bien es la mayor superficie captadora de fotones y es , en este caso, donde se necesitan los grandes espejos
Lo mejor sería tener un GRAN telescopio espacial pero, de momento, nadie ha sido capaz de poner en órbita un telescopio con un espejo de 42 metros. La estrategia de los astrónomos es utilizar el Hubble para ver el universo, y profundizar en el estudio de los objetos celestes con los grandes telescopios terrestres.

El espejo del E-ELT no será de una sola pieza sino que estará formado por 1.000 segmentos hexagonales que funcionarán, a efectos ópticos, como una única superficie. Será un espejo de 1.200 metros cuadrados.

Xavier Barcons, investigador del CSIC y delegado de España en el ESO, asegura que: "La industria española está muy bien preparada y colocada para fabricar componentes de alta tecnología del nuevo telescopio, como la cúpula, la estructura o el soporte del espejo principal, independientemente de su ubicación". "Somos el tercer país que ha presentado más ideas científicas de alta calidad, tras Alemania y el Reino Unido".

Se pretende comenzar a construir el telescopio el año que viene. Si la ESO lo aprueba este año, se estima que podría empezar a funcionar en 2018 e iniciar la observación científica en 2019".