Hemos tenido que esperar más de lo previsto, pero el nuevo estándar de conexión ya ha llegado. Es el USB 3.0, también llamado SuperSpeed USB. Su principal característica es la velocidad que, teóricamente, es diez veces superior al USB 2.0. Esto permite que los tiempos empleados en la copia o transferencia archivos se vean claramente disminuidos, algo demandado por todos desde hace bastante tiempo. Otra de las novedades de este nuevo estándar es que se ha aumentado la cantidad de energía que se puede transmitir, solucionando otra de las limitaciones del USB 2.0.
El cable del USB 2.0 tiene cuatro lineas, un par para datos, una de corriente y una de toma de tierra, en el USB 3.0 se añaden cinco líneas. Dos de ellas se usarán para el envío de información y otras dos para la recepción, de forma que se permite el tráfico bidireccional, en ambos sentidos al mismo tiempo.
Este aumento en el número de líneas permite incrementar la velocidad de transmisión desde los 480 megabits por segundo hasta los 4.8 gigabits por segundo o, aproximadamente, 600 megabytes por segundo.También se aumenta la intensidad de la corriente de 100 miliamperios a 900 miliamperios, con lo que podremos cargar más dispositivos cuyo consumo no podía ser abastecido con el estándar 2.0, como discos duros de 3,5 pulgadas, cámaras de vídeo e incluso monitores.
Debido a ello el cable del USB 3.0 es más grueso y, por tanto, un poco más rígido. En cuanto a los conectores, se han creado dos versiones distintas. El primero de ellos, el tipo A, es idéntico al USB 2.0, y de color azul para diferenciarlo del antiguo estándar. El tipo B es diferente y posee pines de conexión adicionales. Además existe una tercera variante, algo más pequeña, denominada tipo micro B.
Afortunadamente, igual que pasa entre USB 2.0 y USB 1.1, la compatibilidad entre USB 3.0 y USB 2.0 está garantizada , gracias al uso de conectores similares, cuyos contactos adicionales se sitúan en pararlelo, de forma que no afectan en caso de usar algún puerto que no sea del mismo tipo. Pero sólo los conectores de tipo A son retrocompatibles en puertos 2.0.
Para poder aprovechar al máximo su rendimiento, la longitud del cable no debe superar los 2,7 metros (la mitad que los 2.0). Es importante señalar que el USB 3.0 ofrece tres niveles de consumo y no está permanentemente malgastando energía.
Los primeros aparatos que están incorporando SuperSpeed USB ofrecen, de momento, un rendimiento real entre dos y tres veces superior al del estándar 2.0 y son productos orientados más al ámbito profesional, como portátiles de gama alta o discos duros externos.
En lo referente a sistemas operativos, tanto Linux, como Windows Vista y Windows 7 ofrecen soporte para el mismo. Apple, por su parte, todavía no se ha posicionado, y se desconoce si finalmente lo adoptará como estándar.
